martes, 16 de septiembre de 2008

Fabula del perro que vino a cenar o el perro que entra a insultar

Umm, empezare la fabula, de la única manera que se…

Había una vez… un hombre muy amable, de buenos sentimientos. Una noche sintió gemidos, al parecer de un perro callejero, muy hambriento, el abrió la puerta y efectivamente, ahí estaba el perrito en cuestión. Muy solicito el, fue en busca de alimento y sacio el hambre del perro callejero. Esto se repitió varias noches, el hombre, se hizo amigo del perro. A las semanas, el perro ya no gemía, ladraba, al mes, ya no ladraba, le rugía y mostraba los dientes, terminando por ultimo, mordiéndole la mano, al que el, consideraba su amigo, sufriendo este, una gran pena y decepción, lamentándose del hecho jurándose que nunca mas, haría lo mismo con otro perro de esa calaña. Paso un mal rato, se sintió muy mal, y esa no era su idea, al final reconoció que lo peor era, haberle dado de comer, la primera vez.

De estos perros callejeros, entran muchos a las salas de Chat. Te gimen, te mueven la cola, tu les acaricias el lomo, les das confianza, para que al poco tiempo, sea con ese Nick o con otros, te empiecen a ladrar, a ti, a tu mama y hasta tu bizcabuela, y se comete el error, de darle lo que buscan, alimentar sus miserables vidas. Por eso vuelven cada vez más agresivos, en busca de su alimento favorito, la cólera de otros, reacciones derivadas de su mala acción y desestabilizan a algunos, que caen en su juego, cosas que los van engordando, robusteciendo y agrandándoles el ego subnormal, bobo y deficiente, que portan como adalides de lo ridículo, y lo mas risible es,... que tienen incondicionales, que los apoyan!!! umm de Ripley? si, de Ripley

Por eso, va la moraleja, si un perro gime en tu puerta, no lo invites a cenar, si un perro callejero te insulta, ponlo en ignorar.

Si te deseas alimentar perrito, de mi, comida no vas a encontrar, asi que busca a otros, a quienes ladrar.

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