miércoles, 10 de septiembre de 2008

Dando y recibiendo o te saludo si me saludas?

Soy un empedernido “saludador”. Reconozco mucho el valor de hacerlo, este gesto dice sobradamente acerca de uno, es como una carta de presentacion donde incluyes tus dotes de diplomacia, educacion y urbanidad. Lo aplico, segun las circusntancias y ante quien tenga al frente.

En lo ciber, obviamente, los saludos son escritos, y ya depende de cada quien ponerle los “adornos” que consideren necesarios, ademas, podemos personalizarlos ya que para todos, nuestro saludo, no sera de la misma manera o intensidad. Definitivamente, el saludo es una muestra de afecto, cortesia y atencion, hacia las personas.

Como todo, el saludo tiene su contraparte, en lo que comunmente llamanos “retirar el saludo”. Eso es un indudable gesto hostil, irritante , de enfado evidente, es decir un postura nada gentil. En lo personal, yo jamas retiro el saludo, por mas contrariado que pudiera estar, me parece, ademas de lo dicho, un acto descortes.

Tampoco sugiero a nadie, que lo retire como muestra de solidaridad, no soy antagonico y menos intrincado, en ese sentido. Eso si, si yo saludo, espero reciprocidad, si no la encuentro, simplemente opto por no volverlo a hacer, no me seduce para nada, hacer el ridiculo y menos parecer un “rogasaludos”.

Se me presentan oportunidades de dudar en saludar, al fin y al cabo es mi potestad hacerlo o no, pero siempre, no se si para bien o para mal, opto por mi “yo” racional y no dejo con la mano extendida, a nadie. En resumidas cuentas, saludar o retirar el saludo, son acciones o hechos, que indican cortesia o descortesia y que cada quien, responda por eso.

La descortesía no es un vicio del alma, sino el efecto de varios vicios; de la vanidad, del desconocimiento del deber, de la pereza, de la estupidez, de la distracción, del desprecio a los demás y de la envidia.
La Bruyère

Cortesía es prudencia; descortesía es, pues, necedad.
Schopenhauer

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